¿Necesito ayuda profesional?
“¿Necesito un psicólogo clínico y/o sanitario para solucionar lo que me ocurre?” En algunas situaciones en las que nos hemos sentido agobiados o impotentes, muchos de nosotros hemos podido preguntarnos: “¿Cuándo es oportuno acudir a un psicólogo? ¿Hay alguna señal? ¿Debo ir al psicólogo solo cuando sé cuál es el problema, pero no sé cómo solucionarlo, o es conveniente ir también cuando realmente ni yo me entiendo?”
En muchas ocasiones, el estrés y el no parar del día a día son razones de peso para sentir ansiedad o malestar que afectan a nuestro funcionamiento cotidiano. En otras, pueden darse ciertas circunstancias en la vida que nos embaucan emocionalmente, nos bloquean o incluso puede mantenernos aislados del mundo (dificultades en el área laboral, pérdidas, conflictos en las relaciones de pareja, familiares…). Son diversos los motivos por los que podemos sentir que no somos los de antes, que no rendimos igual o que no tenemos la misma fuerza, que no sabemos lo que nos ocurre o que no sabemos afrontar lo que nos sobreviene. Cuando esto nos suceda, cuando sintamos que nuestra funcionalidad del día a día (social, laboral o familiar) se ve afectada, es el momento preciso, y necesario, de ir a un psicólogo.
¿Cuándo exactamente acudir a un psicólogo? ¿En qué podemos ayudarte?
Todos y cada uno de nosotros somos diferentes. Por tanto, cada uno experimenta sus vivencias, sus sensaciones y su malestar a su manera, de forma subjetiva. No obstante, existen algunos “signos” que pueden ser entendidos como un aviso de que algo no va bien. Ejemplos de ello son: experimentar desilusión, pérdida de interés o apatía constante, inseguridad, sensaciones de ansiedad (taquicardias, opresión en el pecho, etc.), pérdida o aumento de apetito, aislamiento, irritabilidad, insomnio o sensación de no sentirnos descansados, pensamientos negativos o incómodos recurrentes, miedos desmesurados que nos impiden actuar con normalidad en el día a día, comportarnos de una determinada manera para evitar sentir ansiedad, problemas de adicciones que nos hacen sentirnos en un bucle sin salida, conflictos o dificultades en la relación con los demás, dificultades sexuales…
Todas estas señales obstaculizan nuestro día a día dejando a su paso una sensación de malestar o preocupación permanente. En todas estas situaciones, acudir a una terapia puede ayudar a que te sientas mejor, aliviar tu malestar y comprender lo que te ocurre. Así, si experimentas alguno de los “signos” mencionados, o cualquier otro, puede ser el momento de plantearte acudir a un profesional de la psicología.
Esto te ayudará a conocerte, y a descubrir aspectos novedosos de ti que desconocías, aprenderás a sacarle partido a tus recursos personales, a comprender mejor tus emociones… En definitiva, es un proceso de autoconocimiento, reflexión y crecimiento personal.
Paloma Martín Guerrero
Psicóloga General Sanitaria centro Psicohuma
Creo que es importante normalizar el hecho de ir al psicólogo, igual que se va al fisio cuando nos duele la espalda, ¿por qué no acudir a un profesional de la psicología cuando nuestras emociones nos desbordan o no sabemos cómo manejar una situación? La labor de los psicólogos es concienciar a la población en que seríamos una sociedad más feliz si nos atreviéramos a hacer una psicoterapia cuando nos sentimos mal.
Un blog digno de recomendar, enhorabuena y gracias!!!