La autoestima es aquello que nos decimos a nosotros o a los demás sobre nosotros mismos.
La percepción que tenemos sobre nuestra propia imagen influye en la forma que tenemos de tratarnos a nosotros mismos, a los demás y a cómo nos tratan. En consecuencia, según nuestro nivel de autoestima nos relacionaremos con lo demás de una forma u otra.
Si tenemos una autoestima positiva lograremos sentirnos bien, sin ella, relacionarse con otras personas, en el día a día puede resultar complicado e incluso angustiante.
La autoestima de cada uno se construye mediante situaciones y experiencias vividas a lo largo del tiempo. A lo largo de nuestra vida pueden surgir situaciones que hagan sentir que no valemos lo suficiente generando así una gran cantidad de pensamientos negativos sobre uno mismo, lo cual provoca que nos tratemos como si realmente no fuéramos valiosos además de mostrarnos a los demás de igual forma, llegando en ocasiones a permitir que nos traten como si la idea de infravaloración que tenemos fuese cierta.
En ocasiones, nos comparamos con los demás sintiendo siempre que ellos hacen todo mejor que nosotros, y esa sensación mortifica nuestro día a día, incluso podemos llegar a alegrarnos de que a los demás les vaya peor que a nosotros para así tratar de subir nuestra autoestima o disminuir nuestra mortificación.
¿Cuáles son los síntomas comúnmente asociados a la baja autoestima?
Carecer de seguridad en uno mismo, sentir que no merece nada bueno, necesitar la aprobación constante de los demás, ver a todo el mundo superior en todos los aspectos y querer ser como ellos, no valorarse ni física ni mentalmente, sentirse infeliz, carecer de iniciativa y evitar tomar decisiones, pensar siempre en las debilidades y nunca en las fortalezas, no esforzarse en nada por la creencia de que no se va a conseguir…
La buena noticia es que la autoestima es una cualidad que puede cambiar y que depende de asumir el problema, comprometerse a un cambio de visión de uno mismo y del mundo y buscar ayuda de personas que nos den apoyo y nos transmitan positividad. En ocasiones la ayuda terapéutica también puede ser una vía para mejorar nuestra autoestima. Aunque recordad, el protagonista del cambio eres tú.
Consejos generales para mejorar nuestra autoestima:
- Nadie es perfecto ni se pretende, tenemos que ser conscientes de nuestras virtudes y defectos y aceptarnos tal y como somos. Lo primordial es ser feliz, no debemos machacarnos continuamente y aprender de las cosas que puede que no hagamos tan bien como nos gustaría.
- No quitarle importancia a aquellas cosas que se nos da bien, debemos valorar cada cosa como se merece. Es importante también, ser conscientes y valorar todo lo bueno que hay en nosotros y nuestro contexto.
- Pensar en positivo, dejar a un lado el “no puedo” y cambiarlo por “voy a hacerlo”, “todo va a salir bien”. Mirar el lado positivo de la vida puede ayudar a salir de la negatividad.
- Proponte metas que sientas que eres capaz de alcanzar y con el tiempo ve subiendo tus expectativas y poco a poco irás consiguiendo todo lo que te propongas, y si fallas, aprende del error.
- Nunca te compares con otras personas, todos somos únicos y diferentes, nadie es mejor ni peor que nadie.
- Trátate a ti mismo siempre con respeto y cariño, no te infravalores, que todas las críticas que hagas sobre ti mismo sirvan para mejorar.
- Realiza actividades que te gusten y te hagan feliz porque tienes derecho a serlo.
Y recuerda… “Lo que creemos de nosotros mismos y del mundo llega a ser nuestra verdad” (L. Hay).
Estupendo articulo, la autoestima siempre tan vinculada a estar a la altura de la sociedad, cuando lo mejor es ser uno mismo. Saludos.